AHORA SOMOS INMUNES A LA CREDIBILIDAD
Sin duda, los acontecimientos en torno de la vacunagate ha destruido la frágil, débil y poca confianza y credibilidad sobre el debido actuar de la presente gestión. Recurrir a argumentos comparativos con la gestión anterior para intentar menoscabar la gravedad de semejante vergüenza nacional, es claudicar a valores éticos y morales de la sociedad toda.
No se trata de
profundizar la grieta, pero Señores, sepan atender y escuchar que, quienes no
pertenecemos ni a un lado ni al otro de la misma pero definimos elecciones, hemos
perdido la credibilidad SOBRE TODOS ustedes, quedado la misma destruida y
visiblemente irrecuperable.
Fue un error?
No. Fue y es una avivada de quienes tienen el poder de manejarla.
En Nación, el “error”
se conoce por una entrevista realizada a uno de los periodistas más
controvertidos. Llamativamente, tira sobre la mesa de dialogo la situación sin
ser preguntado sobre el tema. Lo confirma el Ministro (ahora ex) que, sin
hacerse cargo, lo llama “error
involuntario de su secretaria”. Lamentable. Aun no entiendo cómo esa
persona (la secretaria) no está en todos los canales televisivos permitiéndole hacer
su descargo ante tamaña imputación.
En CABA, el “error”,
y conforme lo manifiesta un sindicalista, proviene de la entrega realizada por
el gobierno porteño para el personal del Sanatorio Antártida; pero parece que
tuvieron prioridad el propio sindicalista por ser “presidente de dos obras
sociales”, su mujer y su hijo de 20 años. Lamentable? Sí, también lamentable.
Ya estamos creciditos para los cuentos políticos.
En las
Provincias, todas, el “error” es vox populi, pero enmarcado por un silencio corporativo
y conveniente de cualquier color, ideología o corriente.
Quieren
vendernos transparencia, compromiso y equidad. Y, en esa oferta interesada que
brindan, nosotros vemos corrupción, inmoralidad e injusticia.
No hay grieta
en esto. No se equivoquen y no nos equivoquemos. Que no nos utilicen para
dividirnos y así poder salir indemnes de responsabilidad. Todos están involucrados
por más enojados, asombrados o molestos que se muestren. Nadie está a salvo de
esta maniobra nefasta y vergonzosa que no hizo más que confirmar las miserias
de los funcionarios que nos gobiernan, sea del partido que fuera.
Solo una cosa
puede encausarnos: UNIRNOS. Y debemos unirnos porque somos el Soberano que
requiere explicaciones de cada uno de los sectores. No se arregla con
renuncias. Hay responsabilidad en el actuar que ha producido perjuicio al
Estado. Y el Estado somos Todos. Por ende, que se juzgue su actuación mediantes
los carriles pertinentes y se investigue la responsabilidad de todos los
involucrados.
Asimismo, se
debe exigir informe completo periódicos de entregas y aplicación de vacunas en
cada jurisdicción, estableciendo: entidad que recibe, cantidad de entregas,
cantidad de aplicaciones y datos de la persona a quien se le aplicó. Este es un
derecho de la población y un deber del PEN que se encuentra obligado a poner en
conocimiento todos los actos de gobierno.
A todos los
funcionarios, legisladores, intendentes, gobernadores, jefe de gobierno,
Presidente, periodistas, médicos, enfermeros, secretarias, en fin, todo aquel que haya tenido conocimiento de
éste aberrante proceder y guardó silencio por conveniencia o propio beneficio,
sepan que son cómplices ineludibles, es decir, cooperadores necesarios del
autor que, si no hubiera contado con el silencio, su actuación no hubiera sido
posible.
Como dijo
alguien: “a Ustedes los condenará la historia”.
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